lunes, 8 de octubre de 2007

PRODUCCION

El clavel tiene su hábitat natural entre los 30º y 45º de latitud. Regiones naturales, además de la mediterránea son: California Sur, Valparaíso y alrededores en Chile, Sudáfrica, la zona de Perth en Australia, la sabana de Bogotá y las montañas de México y Kenya.

Condiciones climáticas del invernadero

De todos los diseños de invernaderos conocidos es el tipo diente de sierra el que mejor se adapta al cultivo del clavel. Se necesita por lo menos una aireación del 30% de la superficie cubierta y ello conlleva construir túneles no muy anchos. Por ejemplo un túnel de 4.8 m de ancho exige una ventana de 1.4 m (el 30% de la superficie). -Luz: se trata de un factor predominante tanto para el crecimiento como para la floración, por ello es preciso tanto la buena orientación del invernadero como el material de cubierta apropiado. El clavel necesita una iluminación de 40.000 lux. La luz también determina la rigidez del tallo y el tamaño y número de flores. -Ventilación: permite controlar la temperatura y la higrometría. -Temperatura: aunque el clavel soporta hasta los -3/-4ºC sin helarse, la formación de yemas florales se para por debajo de 8ºC y por encima de 25ºC. Los 0ºC son fatales para el clavel pues se pueden formar lunares y deformaciones en los pétalos. Evitar temperaturas superiores a 36ºC.

Temperaturas óptimas

Diurna
Nocturna
Invierno
15-18ºC
10-12ºC
Verano
21ºC
12ºC

Las variaciones bruscas de temperatura provocan la apertura del cáliz, este fenómeno es frecuente en los cultivos bajo abrigo o con solo calefacción antihelada; siendo esta reacción muy atenuada en los claveles mediterráneos. -Higrometría media: 70%.

Suelo

Prefiere suelos arenosos y en ningún caso con alto contenido en arcillas. El enarenado va bien, siendo frecuentes los aportes eventuales de estiércol muy descompuesto (15-25 kg/m2), aunque su empleo puede ocasionar contaminaciones de Fusarium. El suelo tiene que ser poroso y tener una elevada capacidad de drenaje para evitar encharcamientos y así enfermedades criptogámicas o asfixias radiculares. Son preferibles los pH comprendidos entre 6,5 y 7,5.

Salinidad

Al ser una planta rústica puede soportar altas salinidades tanto del suelo como del agua de riego, aunque el óptimo de producción se consigue con una salinidad de 2 mmhos/cm.

Cultivo sin suelo

El cultivo sin suelo empezó a desarrollarse a partir de 1975 en numerosas regiones de producción debido a los daños que provocaba la fusariosis vascular. Se emplean contenedores con suelos "resistentes" a Fusarium, puesto que el aporte calcáreo (presencia del ión Ca+2 y aumento de pH) permite controlar este hongo. El clavel se cultiva igualmente sobre sustratos artificiales (lana de roca, perlita).

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